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Televigilancia urbana en España: 6 pasos para desarrollarla

Según la agencia de datos EpData, España cerró  el primer trimestre de 2019 con un aproximado de 168.862 hurtos y más de 52.000 robos . Ante este escenario, el uso de tecnologías de televigilancia supone una medida que, utilizada de forma estratégica, puede colaborar en la investigación, el análisis y la disminución de estos índices delictivos.

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Contexto actual de la televigilancia en España 

En la década de los 90, los circuitos de televigilancia empezaron a utilizarse en el sector público por los cuerpos de seguridad de los países europeos. Desde entonces, esta práctica se ha extendido a muchas naciones del mundo, con Reino Unido como una de las más destacadas en el área de videovigilancia urbana.

España no se ha quedado atrás, al implementar mejores y sofisticados procesos de televigilancia, capaces de cubrir distintos puntos de forma simultánea, captar imágenes en alta resolución o activar alarmas automáticas en caso de presentarse eventos inusuales. 

Todo el despliegue de los Circuitos Cerrados de Televisión (CCTV) en España está regulado por la Ley Orgánica 4/1997 y Reglamento de desarrollo y ejecución según el Real Decreto 596/1999. Este marco legal controla el uso de televigilancia en los lugares públicos y lo limita a materias de seguridad.

¿Cómo se elabora un proyecto de televigilancia urbana? 

La elaboración de un proyecto de televigilancia urbana no es tarea fácil. Son necesarios distintos elementos tecnológicos, operativos y de control que deben ser llevados por un equipo de profesionales capacitados. Algunos de los pasos que implica el desarrollo de un proyecto de televigilancia son los siguientes: 

Definición de necesidades

Por lo general, la instalación de televigilancia en las ciudades es utilizada en los sistemas de tráfico y seguridad policial, con la finalidad de monitorear en tiempo real todo lo que ocurre en un determinado lugar. Especificar las necesidades permite evaluar aspectos como:  

  • El espacio geográfico y áreas específicas que requieren de vigilancia.
  • Qué recursos tecnológicos y operativos se necesitan.
  • Si es necesario el uso de alarmas automáticas o escuadrones de despliegue.
  • Qué leyes se deben acatar para la implantación del sistema.

Anteproyecto general del sistema

Una vez identificadas las necesidades, es momento de plantear las soluciones. Esquematizar qué elementos son los necesarios y cómo se utilizarán es un buen punto de inicio. En esta etapa, se deben considerar factores como:

  • ¿Cuál es la mejor tecnología de televigilancia a utilizar?
  • ¿En qué lugares estratégicos se deben colocar las cámaras?
  • ¿Cómo se integrarán el sistema y las comunicaciones?

Selección de equipos y software

Culminado el paso anterior, se procede a identificar todos los equipos necesarios para ejecutar lo planificado. Para ello es indispensable detallar tanto el software (para la gestión de cámaras o el análisis de video) como el hardware (equipo físico de televigilancia en general).

Elaboración de anteproyectos de cámara

Es necesario estudiar dónde y cómo debe estar instalado el sistema de televigilancia. Para ello, es preciso analizar las condiciones del espacio y evaluar la mejor manera de ubicar las cámaras. A continuación se mencionan algunos de los factores a considerar:

  • El campo visual: arbustos, edificios, señalizaciones y otras estructuras pueden obstaculizar el campo visual. por esta razón será necesario hacer tomas de prueba en los lugares en donde está planificada la instalación de las cámaras. Con esto se asegura una buena visibilidad.
  • La iluminación también juega un papel determinante, muchas veces se amerita el uso de cámaras con iluminación láser o infrarroja para optimizar la correcta captación de las imágenes.
  • Cámaras: las cámaras deben cumplir con los requisitos necesarios para realizar tareas específicas como registro de matrículas o reconocimiento facial. Para ello, lo indicado es utilizar cámaras megapíxel, con formato 16:9 y con una capacidad de zoom suficiente para captar imágenes a distancia con la mejor resolución.

Proyecto de la red de comunicaciones

La evaluación de las fuentes de energía y la red de comunicaciones cumple un papel fundamental para la posterior instalación del sistema de televigilancia. Los aspectos a considerar en esta etapa, son:

  • Evaluación de la capacidad de recepción de los datos, en función de la frecuencia de transmisión de las imágenes en tiempo real y la diversidad de stream emitidos.
  • Seguridad del software y hardware de las redes.
  • Si se han contratado servicios de telecomunicaciones, concretar las garantías y los acuerdos de confidencialidad pertinentes con la empresa proveedora.

Proyecto del centro de control

Todos los equipos y sistemas deben estar en orden, preparados para operar en una red de datos conjunta, esto se lleva a cabo en el centro de control. Además, se toman las previsiones necesarias con equipos y otras herramientas de repuesto, en caso de presentarse algún fallo. 

En resumen, la gestión del proyecto del centro de control se encarga de alinear los siguientes parámetros:

El desarrollo de un proyecto de televigilancia implica un arduo trabajo en equipo que reúne a profesionales en materia de tecnología conjunto a empresas de telecomunicaciones y la colaboración de los organismos de seguridad y de suministro de energía. 

La televigilancia es una herramienta de seguridad que se ha extendido ampliamente en España. Actualmente, las comunidades y organizaciones están conscientes de importancia del uso de cámaras para el resguardo y bienestar social. Motivo por el cual, organismos públicos, como el Ayuntamiento de Madrid, han puesto en marcha este año la planificación e instalación de cámaras urbanas como método preventivo ante posibles eventualidades o escenarios delictivos.

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